Seguidores

domingo, 25 de agosto de 2013

Tu nombre helando cada Agosto.

La realidad es que soy de esa clase de chicas que se quedo a los 19 años tirada en la cuneta y sin amores platónicos. 
Nunca fui capaz de decirle que no a algo que me gustaba cuando me miraba con esos ojos marrones, así que sí, supongo que soy culpable de todos los orgasmos que fingí por verte sonreír, pero dicen que es mejor pedir perdón que permiso y yo nunca hice ninguna de las dos cosas contigo y me arrepiento, sí, de haber calentado la cama a putas baratas que te abandonaron a la primera señal de "esto no es para mí".

Así que un día dos de Marzo sigo buscándote entre mis sabanas, para recordarme que eres todo lo que tuve miedo de admitir y que se quedara, todo lo que hoy por hoy no va a volver...



martes, 16 de julio de 2013

Cariño...

¿Sabes esa sensación de que todo el mundo te toca y nadie siente nada? ¿Esa mañana en la que te levantas toda manoseada y te da asco mirarle a los ojos? Ese año toque muchas vidas, me entrelace con muchos dedos que no eran los suyos, aquello no me curo. "NADA FUNCIONA CUANDO NADA VA BIEN ENTRE NOSOTROS", me repetía y volvía intentando verle cinco segundos sobre mi piel sin odiarme por todos aquellos segundos que le falté y no estuve allí. Siempre acababa volviendo, siempre un poco menos yo, un poco más como él. 

- Te ha cambiado hasta la forma de besar...

Y espera que no me afecte y que le diga lo guapo que está esta noche, lo bien que conoce mis pezones, pero no lo hago. De repente su cama es demasiado grande para tan poco amor, para tan pocas ganas de follar y se nos nota. Y nos termina matando.



sábado, 13 de julio de 2013

Por segunda vez.

De vuelta a las andadas, a dormir en camas con otros nombres. Siempre lo supe, era un todo o nada y mi nada fue demasiado para tus pocas ganas de todo. Aún así te llamo otra vez, te bailo una vez más, como si fuera la primera y no lo recordará. Y tú finges quererme o quieres fingir, el caso es que tu mano baila en mi entrepierna y no me muevo y la casa amenaza con gemir tu nombre por segunda vez


martes, 25 de junio de 2013

De ti y de mi.

Es como si todos los tíos que me encuentro llevarán en la frente aquel cartel de “usar y tirar” que hace tanto daño y es como si yo acabará con el tatuado en cada frase, en cada beso, incapaz de mantenernos a flote, a no ser que me valla. Y antes de calzarme los tacones, de buscar mis bragas, echo un ultimo vistazo a la cama y me duele saber que realmente no va a funcionar y que va a ser por mi culpa, pero te beso la frente como si eso fuera a borrar mi recuerdo de tus pesadillas, como dándote la libertad para poder odiarme cuando me haya ido llevándome tu camisa favorita. Y de repente estás ahí todo guapo y siento que no es para mí y por un momento dudo de quien es el de “usar y tirar” y quien uso a quien y lo que es aún peor, de quien va a tirar a quien con todo lo que esa palabra con lleva. Aquel día cometí el error de volverme a la cama y quererle, durará lo que durará, no queriendo ser la responsable de que se cambiará de acera, de que le robará la virginidad a una cualquiera, de que nunca más sonriera al ver a una mujer porque en cada una de ellas viera un cartel en el que ponía “usar y tirar”. 

domingo, 2 de junio de 2013

Fue el chico malo de mi vida.

"No soy buena para decir ‘no’, así que pensé, a la mierda, probaré todo al menos una vez." 

Así que lo probé. Fue el chico malo de mi vida. Perdí tantas veces el norte en su cama como el rimmel, no supe distinguir lo que estaba bien, de lo que estaba mal cuando me lo decía con esa cara de "estas tan preciosa en ropa interior...", pero después de tres meses, mis bragas estaban dadas de sí y mis tetas manoseadas. Nada más; ni corazones, ni flores, ni bombones.

- Nos ira bien. Todo nos saldrá bien por separado.



miércoles, 29 de mayo de 2013

Me fije en tu cerebro...

Porque cuando él me mira toda

mi rabia se pone en mi contra

y quiere besarle y que eso le haga

daño y no lo entienda, como

todas esas veces que mi ropa

interior se deslizaba

amenazando

con romperme en dos y él no

me agarró y me dijo "voy a

hacértelo". Yo nunca supe a que

nos referíamos cuando decíamos

cosas como "nosotros","aquí"

y "para siempre" y sé que tú lo

viste en mis ojos aunque no

quisieras, igual que siempre viste mis ganas de "follar-te" y no me lo hiciste en la

encimera.



sábado, 11 de mayo de 2013

Pertenecimos a otra época...

en la que las chicas no escondían su ropa interior y los chicos no follaban más que con los ojos. Tú y yo ya nos mirábamos entonces y nos desgastamos. Y ahora te miro como si no te conociera y tú me tocas como si nunca hubiera habido otra. Y de repente el cielo y el infierno se mezclan en un abrazo infinito que me atrapa y me suicida como en una nueva guerra fría, pero veo tus ojos, comiéndose mi ropa interior...follándome... Tú decías que aquello estaba bien como quien besa mordiendo cristales y espera que le crean. Yo ya sangraba como síntoma del gran final.



lunes, 15 de abril de 2013

A todo el mundo le ha pasado, pero la gente miente.

En verdad no importa todo el odio de ahí fuera, sino el de él cuando mira con esos ojos…y tú sabes perfectamente que está pensando y entonces, las opciones se reducen a un amplio abanico de dos: “es algo que has hecho” o “algo que no le has hecho”. Pero te cuesta pedirle perdón y nunca dices que si porque si, así que pasas la mano por detrás de su cuello e intentas arreglarlo y te chocas con su rechazo, que es aún peor que cuando te mira con esos ojos. Y te sigue mirando, con esos ojos tan de cualquiera, pero tan suyos, que te hace suya y te ata, a la vez que te esta rogando que te vayas. Pero es tarde, porque tus manos ya no entienden, ni escuchan y le quieren. Y tú intentas corregirlas, evitar preguntarte que hay detrás de ese botón medio desabrochado llamándote, pidiéndote que te quedes a dormir o para siempre pero que sea mucho rato…Y ese rato, solo duró un par de meses.


sábado, 16 de marzo de 2013

The big bad wolf.

Yo era una romántica, de esas de las que ya no quedan, y contuve todas mis ganas de hacértelo cuando te dije que no a follar en la primera cita, pero a ti se te puso esa cara de lobo feroz, devorando cada palmo de mi ropa interior aún a aquella distancia. 

Y finalmente el deseo pudo más y acabamos en la parte de atrás de tu coche rojo, (que irónico, como mi ropa interior) hablando de querernos, de intentarlo, mientras ponías aquel cuero negro sobre mis hombros y me pedías que parara o que te follará y yo me reía, con esa risa malvada que las princesas no deberían tener, con ese carmín rojo que “tú no deberías haber conocido”, te repetías de camino a casa. Y con él que te despertaste soñando aquella mañana antes de llamarme disimulando aquellos colmillos tan largos “para comerme mejor”.

sábado, 23 de febrero de 2013

Me dices que vienes de Marte.


 El problema es que uno siempre busca cariños y “te quieros”, mientras que otro se conforma con besos y polvos. Yo nunca busque que me entendieran, cariño para eso saldría con mi psicólogo, tú eras algo más, algo que me atraía entre toda esa gente que me decía que estaba mal y a la que yo escuche lo mínimo para que me entrará por un oído y me saliera por el otro, pero no funciono porque quise conocerte más. Y habría firmado por quedarme allí paralizada en tus dos besos, en aquel abrazo, sin haber contaminado tu cama, sin haber conocido más interior que el de tu coche, pero tú no parabas de hablar y note que me importaba, así que escuche. Y después de toda tu asquerosa desgracia y tu falta de cariño, quise decirte que lo sentía y que me quedaba, pero tú ya lo sabías incluso antes que yo, así que sonreiste…

-”yo creía que los chicos malos no sonreían”
 
+” yo creía que las chicas buenas no ponían cachondos a desconocidos.”


lunes, 11 de febrero de 2013

Nos conocimos y fumamos del morbo de los extraños.


Yo te miraba esperando los ojos del tigre sobre mi yugular, arrancándome la ropa, mordiéndome la virginidad, haciéndome daño en lugares que no conocía yme acariciaste. Tú mano cálida atravesó mi ropa, se coló bajo mi piel y me tocó el corazón. Fue una fusión de frió con calor que de repente me asustó, pero no pude moverme, ni salir corriendo, ni quise. Así que veinte minutos después seguías allí, mirándome, sin intentar llegar a meterte en mi ropa interior y yo rechazando el hecho de que, quizás yo era la que necesitaba ser salvada y la que te comía con los ojos. Y entonces fue cuando la que vino a salvarte se perdió.