Seguidores

lunes, 15 de abril de 2013

A todo el mundo le ha pasado, pero la gente miente.

En verdad no importa todo el odio de ahí fuera, sino el de él cuando mira con esos ojos…y tú sabes perfectamente que está pensando y entonces, las opciones se reducen a un amplio abanico de dos: “es algo que has hecho” o “algo que no le has hecho”. Pero te cuesta pedirle perdón y nunca dices que si porque si, así que pasas la mano por detrás de su cuello e intentas arreglarlo y te chocas con su rechazo, que es aún peor que cuando te mira con esos ojos. Y te sigue mirando, con esos ojos tan de cualquiera, pero tan suyos, que te hace suya y te ata, a la vez que te esta rogando que te vayas. Pero es tarde, porque tus manos ya no entienden, ni escuchan y le quieren. Y tú intentas corregirlas, evitar preguntarte que hay detrás de ese botón medio desabrochado llamándote, pidiéndote que te quedes a dormir o para siempre pero que sea mucho rato…Y ese rato, solo duró un par de meses.


No hay comentarios:

Publicar un comentario